Si Jesús hubiera nacido en el Lejano Oeste, millones de personas adorarían a una horca. Además, el juego del ahorcado sería un sacrilegio.
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3 comentarios:
Joder, Al, muy bien pensado. Me imagino al sheriff Poncio Pilatos lavándose las manos en una cantina. Coronar las iglesias con nudos de horcas debe ser lo más.
Saludo lelos!!!
+1.
Víctor: En una cantina o en un abrevadero.
Fractured Hand: Gracias (ser agradecido nunca está de +).
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