Las ratas han vuelto (otra vez) y el alcalde ha contratado a una banda de Bremen. Cuando descubre que son animales, cambia de opinión: les dice que no los necesita. En realidad, dice esto:
—No necesito más animales.
O tal vez piensa esto y dice lo otro, no lo sé. En cualquier caso, diga lo que diga y piense lo que piense, al Gato no parece importarle. Está dispuesto a acabar con las ratas, aunque sea gratis.
—Ahí te quedas.
Esto se lo dice el Gallo.
O tal vez sólo lo piensa, no sé. En cualquier caso, la banda se disuelve. Esto es lo único importante: la banda se disuelve, y se disuelve por culpa de las ratas.
Neko Ono, la novia japonesa del Gato, es inocente.
lunes, 27 de julio de 2009
543. Los Músicos de Hamelín
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
¿Neko Ono era flautista?
Eva...ja,ja,ja. !pero, que divertido!, !que arte, corazón!, genial.
La verdad es que las novias y las bandas uf, ya sabes, como que la cosa no pinta bien, pero oye, yo estoy con Neko Ono que es una chica maja, la culpa es del alcalde...y es que hay unos alcaldes que pa qué.
Te mando un besote bien gordo y sonoro, reina
Miguel: No lo sé, pero seguro que no le hacía ascos a las ratas.
Apm: Creo que te confundes. Yo no me llamo Eva.
Buenas noches Al, me llevo a los músicos que no caben en Hamelín, tocando la flauta, me los llevo... je, je.
KeNoveO ¿nada ke ver?
Hasta que no haya pruebas, necesito más animales, aunque sean ratas...
Excelente cuento, Al.
Sé dónde vive la novia. Por si alguien quiere presentar quejas. (Ah, espero que no te importe que comente con menos frecuencia. Estoy leyendo un muy buen libro ;)
Que los encierren a todos en Abbey Zoo.
Saludos lelos!!!
Publicar un comentario