Cuando acepté el trabajo de estatua callejera, no imaginé que tendría que hacer de Venus de Milo.
Al principio es doloroso, sí, pero te acabas acostumbrando.
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4 comentarios:
Lo peor de todo, Al, es no poder recoger al final de la jornada las monedas que te arrojan los turistas. Te dejo otro de mimos y estatuas humanas por si te sobran dos minutos:
http://realidadesparalelos.blogspot.com/2009/05/mimo.html
Saludos lelos!!!
Pues sí que está mal la cosa con el curro, con el gusto que da rascarse :-P
Auch!!! Me dolió!!!
Víctor: Muy bueno. Se podrían juntar y crear una Venus de Mimo.
Ratón: Ya te digo.
Zoe: Hablando de estatuas, me ha encantado la de Mafalda (que enlazo con tu permiso). ;-)
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