sábado, 23 de enero de 2010

723. El depósito

—Ayer me tocó ir al depósito de cadáveres.
—¿Quién…?
—Mi marido.
—Cuánto lo siento.
—Ya, qué le vamos a hacer. A todos nos llega, antes o después.
—Es cierto, pero no deja de ser un golpe.
—Bueno, más que un golpe, fue una puñalada. ¿Te puedes creer que me cobraron ciento cincuenta euros por la grúa? Y eso sin contar la multa.

2 comentarios:

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

he de reconocer que es de los mejores que te he leído.
Muy bueno,

Alberto Ramos dijo...

Gracias, Daniel.