AVISO: El contenido de estas imágenes puede herir la sensibilidad de ciertos espectadores.
Mediante imágenes como de cámara oculta, vemos a un chico de unos diecinueve años que camina desenvuelto por la calle de una gran ciudad, en hora punta. Parece un chico sano y agradable.
—Jason era un joven como tantos otros… —empieza a narrar una voz en off.
Del interior de su trenca, el joven saca un libro, lo abre y empieza a leerlo. Todo esto, sin dejar de caminar.
—… hasta que cayó en el abismo de los libros.
La gente con la que se cruza se vuelve para mirarlo: unos, sorprendidos; otros, con reprobación. Muchos se apartan como si tuviera la peste. Una niña pequeña lo observa con curiosidad; su madre la hace volverse.
El chico sigue su camino, indiferente; parece que sólo le interesa lo que está leyendo.
—Jason se ha acabado refugiando en la compañía de sus semejantes, adentrándose más y más en una espiral de la que muy pocos lograrán salir.
Se encuentra con otros dos jóvenes. Les enseña lo que está leyendo, tal vez esperando compartir algún pasaje ocurrente. Los otros sacan sus propios libros.
jueves, 1 de mayo de 2008
93. Jason y sus semejantes
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