viernes, 13 de agosto de 2010

925. Salidos

En el autobús viajaban dos docenas de jóvenes inmersos en la embriaguez de una despedida de soltero. Acababan de recoger a dos autoestopistas: la chica de la curva y su amiga contrahecha.

Al llegar a la famosa curva, las chicas se esfumaron. Uno de los pasajeros empujó al conductor y dio un volantazo.

—Éstas no se nos escapan tan fácilmente —farfulló mientras el autobús se precipitaba ladera abajo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el punto de humor, Alberto, ya lo creo.

Un saludo

Unknown dijo...

Hay tipos ... perdón, muchachos, varones, señores, que harían cualquier cosa con tal que no se les escape una "posible" cita.

Alís dijo...

Cuando la necesidad aprieta no se miden las consecuencias...

Un beso

Alberto Ramos dijo...

Zarzal: ¡Gracias!

Patricia: Sí, sobre todo en una despedida, donde las posibilidades de salir despedidos son mayores.

Alís: La necesidad aprieta pero no ahoga.