A N.L.
—Mira, una lombriz.
—¿Picas?
—Yo es que no pico entre horas.
—Es sólo para matar el gusanillo.
—Pica tú, no te cortes.
—Con tu permiso. Ñam.
Ciiiiiiiiiiiiiiiip.
—¡Pero qué haces, merluzo! ¡Que tienes que guardar la digestión!
Los últimos días de Clark K.
Finalista del
Premio Bubok 2009
A la memoria de los elefantes
AUGUSTO MONTERROSO, “El dinosaurio”
Obras completas (y otros cuentos)
JAVIER MARÍAS, “O que yo pueda asesinar un día en mi alma”
El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
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