El otro día me pasaron una dirección de Internet. Es una de no sé qué ministerio, para mirar parcelas vía satélite. Tienen rastreado (o rasterizado o renderizado o como se llame) todo el territorio nacional (o plurinacional o multinacional). Para probarlo, se me ocurrió buscar las tierras de mi padre. Las tierras que, al morir, nos dejó en herencia a mi hermano y a mí. A mí, que hace casi veinte años que no me dejo caer por el pueblo. Tecleé la dirección. Mientras se cargaba la página, me dio por pensar en lo asombroso que era que un satélite fotografiara tu pueblo y tú pudieras verlo cómodamente desde el ordenador de tu casa. Pensé en Orwell, en Borges; en cómo, de alguna manera u otra, habían sabido profetizar lo que nos deparaba el futuro próximo. Cuando me apareció el mapa de España, seleccioné la provincia y el municipio. Y allí estaba: una fotografía aérea de Lepe. Hice zoom, y me acerqué un poco más. Luego otro poco más, hasta ver claramente la casa donde nací. Era increíble. El Aleph en mi pecé. Me desplacé un poco a la derecha. Más zoom. Las tierras de mi padre. Mis tierras, mías y de mi hermano. Mi hermano mayor, que estaba sonriendo a cámara.
* En inglés etc.
martes, 17 de junio de 2008
140. Big Brother is watching you*
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario