No cabe duda: los poemas están dedicados a Mari Carmen. La alusión a sus gestos; la referencia a sus manías íntimas; la descripción, con una precisión cartográfica, de las zonas más recónditas de su anatomía… Por no hablar de los versos acrósticos.
Una cosa es que su mujer le engañe, y otra que lo haga con un poeta tan malo. Y tiene suerte de que firme con seudónimo. La organización tiene prohibido desvelar la identidad de los concursantes antes del fallo. Y después, todas las plicas y obras serán destruidas; salvo la ganadora, por supuesto.
Lo tiene difícil. Debe defender lo indefendible. Sólo así podrá conocer la identidad del infame. Pero ¿cómo? En su vida ha leído nada tan deplorable. Sin embargo, le deben otorgar el premio (el único premio). Es una tarea harto difícil, pero no imposible. Al fin y al cabo, es el presidente del jurado.
miércoles, 25 de junio de 2008
146. Juegos florales
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