jueves, 29 de mayo de 2008

121. La serendipia

Eva se encuentra recostada a la sombra del Árbol de la Ciencia. Le cae una manzana en la cabeza. La recoge, la mira, la sopesa. Está a punto de formular la ley de la gravedad, cuando un angelote que pasa revoloteando le desbarata la teoría.

2 comentarios:

claudia paredes dijo...

Lección: ningún ángel te dirá qué hacer.

Alberto Ramos dijo...

Es cierto, no había caído.