En un parque. Dos adolescentes se hallan sentados en un banco, contra el que hay apoyadas dos bicicletas. Uno de ellos tiene una bolsa de Jaimitos cerrada.
—¿Qué hacemos? —pregunta el otro.
Se quedan un rato pensativos, indecisos.
El chico de los Jaimitos abre la bolsa y coge uno. Lo muerde. Entonces se levanta, resuelto.
—Vamos al cine.
El otro chico se pone en pie, contento de que se haya tomado una decisión. Se suben a las bicis.
Los chicos pasan por delante de otro banco, donde hay sentados dos ancianos.
Al chico de los Jaimitos se le cae la bolsa. Uno de los ancianos la recoge. La mira con curiosidad. Coge un Jaimito. Lo muerde. Entonces se levanta, resuelto.
—Vamos al cinematógrafo.
El otro anciano se pone en pie, contento de que se haya tomado una decisión. Se suben a los velocípedos.
Aparece el logotipo de Jaimitos y un eslogan en inglés.
jueves, 27 de marzo de 2008
24. Un anuncio de Jaimitos
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