jueves, 27 de marzo de 2008

25. De la azotea

En la azotea de un rascacielos. El superhéroe está a punto de saltar, cuando una mano le toca el hombro. Vuelve la cabeza.

—¿Te crees que tiene mérito?
—¿Qué?

El chaval contempla satisfecho la cara de estupefacción del superhéroe.

—Con superpoderes… Así cualquiera.
—Oye… ¿Me estás vacilando?

Al chico le gusta ver cómo el superhéroe va perdiendo poco a poco la compostura.

—¿A ti qué te parece?
—Te la estás buscando…
—Huy. Qué miedo.
—Tú sigue así.

El chaval permanece impertérrito.

—No me impresionas.

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