El rey está posando junto a otras personalidades para la foto de rigor.
—¡Majestad, majestad! —exclama el reportero más cachondo de ¡Qué cachondos!—. ¿Le puedo dar unas gafas?
Todos los fotografiados se escandalizan ante tamaño desacato…, todos menos el rey, que le hace gestos para que se acerque.
El reportero pasa delante de periodistas y policías y le entrega unas gafas de sol a Su Cachonda Majestad.
El soberano se las pone, mientras pronuncia el nombre del programa:
—¡Qué cachondos!
El rey empieza a tambalearse hasta caer desplomado. Las personalidades rompen a reír, porque de todos es conocido el proverbial sentido del humor del monarca.
Las risas van enmudeciendo mientras el rey sigue en el suelo, inerte.
jueves, 27 de marzo de 2008
27. ¡Qué cachondos!
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